Sin duda, cuando hablamos de mujeres en la ciencia, específicamente en el sector de la química, no podemos evitar pensar en el nombre de Marie Curie, pero, ¿sabías que hubo otra mujer que se animó a experimentar e innovar con químicos mucho antes que esta científica? Se trata de Tapputi-Belatekallim.
¿Quién fue Tapputi-Belatekallim?
Esta valiente mujer es considerada la primera mujer científica de la historia porque su registro data del año 1200 antes de Cristo. Este dato se conoció gracias a una tableta de arcilla perteneciente a la antigua Mesopotamia, con escritura cuneiforme y fechada alrededor de esa época.
La inscripción en la tableta menciona a Tapputi y a otra mujer, en la que se distinguen las últimas letras de un nombre que se ha perdido: -ninu. Según la tablilla, ambas mujeres se dedicaban a la elaboración de perfumes para el rey. Es posible que Ninu fuera la asistente de Tapputi, aunque no necesariamente una figura de menor importancia, ya que se la menciona como autora de un texto sobre la síntesis de perfumes.
En aquel tiempo, los perfumes no solo eran utilizados por las personas adineradas con fines personales, sino que también desempeñaban un papel crucial en las ofrendas religiosas. La creación de estas fragancias era una labor de gran destreza y precisión.
Se estima que para fabricar estas lociones, Tapputi empleaba una variedad de ingredientes, incluyendo flores, aceite, cálamo, ciprés, mirra y bálsamo, que combinaba con agua u otros solventes.
La tableta también revela que esta perfumista fue pionera en el uso del primer alambique en la historia. Además, desarrolló sus propios métodos de destilación, realizando múltiples de ellas y filtraciones para obtener los perfumes tan deseados.
Una receta innovadora
Según la información revelada, Tapputi preparaba ungüentos para el rey de Babilonia. Esta receta incluía ingredientes como agua, flores y aceite de cálamo, que se hervían para liberar sus esencias. Estas esencias ascendían en forma de vapor y se condensaban en gotas sobre las paredes de un dispositivo que probablemente fue uno de los primeros alambiques de la historia.
Estas gotas concentradas se utilizaban como tintura y se diluían en una mezcla de agua y alcohol, de manera similar a la preparación actual de perfumes. Este proceso mejoraba la ligereza, el brillo y la durabilidad de los aromas, lo que representó una verdadera revolución en una época en la que las fragancias se obtenían principalmente a partir de la resina del olíbano.
Los orígenes de la química: un tema controvertido
Al considerar a Tapputi y Ninu como las primeras químicas, estamos tratando de establecer un punto de inicio, pero es importante recordar que el desarrollo de la ciencia es un proceso gradual y evolutivo.
En la época de Tapputi y Ninu, la producción de cosméticos requería conocimientos científicos, pero es importante notar que, en la Mesopotamia, el término “perfume” abarcaba un espectro más amplio que en la actualidad. Los perfumes que se elaboraban tenían propósitos medicinales y rituales, y formaban parte integral de las culturas mesopotámicas.
Aunque muchos de los instrumentos que utilizaban Tapputi y Ninu habían sido diseñados originalmente para la cocina, la química ya tenía un papel importante en ese ámbito. Sin embargo, a partir de esa época, los utensilios de laboratorio comenzaron a especializarse, marcando el camino hacia la química moderna. A pesar de la larga distancia que aún quedaba por recorrer, la química estaba en camino, aunque su trayectoria estaría marcada por la influencia de la alquimia.
Aunque algunos han llegado a decir que Tapputi-Belatekallim solo forma parte de los mitos y las leyendas de la antigua Babilonia, sí se puede afirmar que en aquella época era muy probable que existieran mujeres trabajando como científicas. Ellas desempeñaron un papel crucial en la sanidad y en lo espiritual, y sus procedimientos contribuyeron al desarrollo de la química actual y, por lo tanto, al mundo que conocemos hoy.