El voto femenino en Argentina: un ejemplo del empoderamiento de las mujeres

Hace siete décadas, las mujeres en Argentina ejercían su derecho al voto por primera vez. Un hito histórico que marcó el inicio del empoderamiento de las mujeres y el derecho al voto femenino en un país como Argentina, marcado por el respeto de las libertades sociales de aquel momento. 

En este artículo te contaremos más detalles de cómo se desarrollaron las luchas en procura de ese derecho.

El voto femenino, un derecho adquirido en Argentina

En el año 1951, las mujeres argentinas acudían por primera vez a las urnas: un hecho que fue producto de décadas de luchas, casi medio siglo de militancia, en pos de los derechos cívicos del género femenino. 

No obstante, lo que en la actualidad parece algo indiscutible y sería ilógico pensar que las mujeres no pudieran votar, es importante destacar que este acto consistió en un proceso largo y desigual que buscaba la participación de las damas de la época en el ámbito público y político. 

Es importante recordar que hasta ese momento, la participación en la vida política estaba restringida exclusivamente a los hombres argentinos mayores de edad, excluyendo a las mujeres de la actividad parlamentaria y de los partidos políticos populares. 

Sin embargo, el movimiento internacional en favor del voto femenino ganaba fuerza con el tiempo. Fue en los primeros años del siglo XX cuando las mujeres en Argentina establecieron organizaciones con el objetivo de promover la igualdad de derechos y oportunidades. Estos esfuerzos marcaron el inicio de una lucha histórica por el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres en el país.

El Comité Pro- Sufragio Femenino

Con el objetivo de reivindicar los derechos políticos de las mujeres, en el año 1907 Alicia Moreau fundó y lideró el Comité Pro-Sufragio Femenino. Esta organización surgió en el seno del Partido Socialista y estuvo integrada por Sara Justo, Julieta Lanteri y Elvira Rawson.

En este espacio, nació el primer proyecto de ley de voto femenino. Para desgracia de las mujeres de la época, fue negado tan rotundamente en el Congreso de La Nación que ni siquiera se dio espacio a tratarlo correctamente. 

Sin embargo, la tenaz lucha continuó. El Comité, a través de diversas acciones en favor del sufragio femenino, fomentó la participación activa de la mujer en la esfera política. Fue así como, en el año 1920, llevaron a cabo dos simulacros de elecciones, incluyendo una campaña electoral completa. Durante estos ensayos, se le dio voz a las activistas tanto en los lugares de trabajo como en las calles. Además, se organizaron charlas, conferencias y veladas literarias.

El rol de la Unión Feminista Nacional

La Unión Feminista Nacional también desempeñó un papel fundamental en esta lucha, con Alicia Moreau como destacada líder. En 1918, esta intelectual fundó esta organización, que abogaba por los derechos de la mujer. Sus ideas quedaron plasmadas en la revista “Nuestra Causa”, la cual se publicó entre 1919 y 1921. 

Meses antes, Alicia había representado a las mujeres argentinas como delegada en el Primer Congreso Internacional de Obreras, en Washington, donde estableció contacto con las sufragistas estadounidenses y, a su regreso al país, creó este espacio.

Eva Perón: la mujer influyente que necesitaba el país

El impacto de Eva Perón en esta lucha fue innegable. Se convirtió en una firme defensora de esta histórica lucha de las sufragistas a principios del siglo XX, adoptando este reclamo como propio y alentando a las mujeres en cada oportunidad a luchar por sus derechos.

En julio de 1949, Eva Perón fundó el Partido Peronista Femenino, sentando las bases para la participación política de las mujeres. El día en que se promulgó la Ley de Voto Femenino fue celebrado por una multitud en Plaza de Mayo. Eva Duarte pronunció uno de los discursos más memorables de la historia. En aquellas palabras, expresadas con tanto sentimiento de dicha, dijo que ella se sentía la honra de recibir en sus manos la ley que consagraba los derechos cívicos de las mujeres y que tenía la certeza de ser la fiel representante de todas ellas.

Durante los comicios, miles de damas se incorporaron a la vida política, ya sea como votantes, candidatas u organizadoras, gracias a los centros cívicos femeninos creados por Evita.

Conclusión

La conquista del voto femenino en Argentina fue el resultado de una intensa lucha liderada por los movimientos de mujeres. Buscar la igualdad de derechos civiles y políticos no fue tarea sencilla en una sociedad donde solo los hombres tenían voz. 

Sin embargo, lograron su cometido y en 1951, las mujeres argentinas votaron por primera vez, sentando las bases de lo que serían los inicios del empoderamiento de las mujeres en el país.

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