En los últimos años, el tema del liderazgo femenino dentro del mundo de los negocios y las empresas ha tomado gran fuerza. La igualdad de género y las oportunidades que brinda tener mujeres en puestos gerenciales se ha vuelto un tema de relevancia y prioridad en las agendas de muchas organizaciones.
En este artículo analizaremos cómo el liderazgo femenino en las empresas puede generar un impacto positivo en los equipos de una organización y en la sociedad en general.
El liderazgo femenino pisa fuerte
A pesar de que la presencia femenina en muchos roles directivos ya es un hecho, las capacidades de que una mujer pueda ser líder de un equipo de trabajo todavía sigue siendo cuestionada en muchos aspectos. Los números siguen mostrando diferencias en comparación con los hombres que están en puestos directivos.
Según el Global Gender Gap Report de 2020 del World Economic Forum, las mujeres representan el 43% de la fuerza laboral a nivel mundial, pero solo ocupan el 36% de los cargos gerenciales o de dirección en el sector privado y público.
Concepto de “liderazgo femenino”
Este concepto abarca cualquier instancia en la que se identifique el liderazgo ejercido por mujeres en un entorno laboral. Las autoras pioneras en abordar este tema en el siglo XX, como Marilyn Loden (en los años 80), Sally Helgessen (en 1993) y Helen Fisher (en 2000), lo describen como una forma de dirección basada en aspectos como la escucha, la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la empatía.
Sus principales características son:
- Empatía. Las mujeres se preocupan por lo que está sucediendo dentro de su equipo de trabajo, son solidarias con sus compañeros y sus colaboradores y desarrollan más las conocidas “habilidades blandas”.
- Enfoque en las personas. Las líderes femeninas destacan por ser más sociables que los hombres y más expresivas y cercanas con su equipo. Esta conexión es muy importante al momento de buscar el logro de objetivos en conjunto.
- Inteligencia desde la emoción. Las líderes mujeres trabajan mejor la inteligencia emocional. Esto les permite empatizar con su equipo, comunicar de manera más efectiva, resolver los conflictos y expresar los sentimientos e intenciones profesionalmente.
- Cooperación. El enfoque inclusivo del liderazgo femenino promueve un trabajo en equipo natural y cooperativo, fomentando procesos de colaboración ordenados y saludables.
- Escucha activa. Las mujeres líderes tienen la capacidad de prestar atención y entender completamente el mensaje, interpretando tanto las palabras como las expresiones verbales y no verbales.
- Capacidad en la toma de decisiones. Las mujeres líderes tienen la habilidad de pensar y actuar de manera versátil, lo que les proporciona una ventaja al enfrentar crisis y tomar decisiones.
- Conducción horizontal. El liderazgo femenino es inclusivo y promueve la participación de todos los miembros del equipo en la toma de decisiones, fomentando así el desarrollo de nuevas líderes dentro de la organización.
- Comunicación efectiva. La gestión liderada por mujeres tiene la capacidad de compartir conocimientos e ideas de manera comprensible, mostrando empatía y escuchando activamente a los colaboradores.
- Apertura al cambio. Las mujeres líderes están preparadas para afrontar desafíos y son conscientes de la posibilidad del cambio. Son innovadoras y comunicativas al buscar soluciones a los problemas y están abiertas a la evolución constante.
Mujeres a cargo: impacto positivo en las organizaciones
La participación femenina en los puestos directivos marcan la gran diferencia dentro de las organizaciones. Por naturaleza, las mujeres tienen habilidades mayormente desarrolladas que los hombres, como las que hemos visto en el punto anterior. Darles un espacio más significativo es una gran oportunidad para las empresas, pues les permite conformar equipos de trabajo con amplitud de perspectivas y opiniones.
Conclusiones
Las mujeres tienen una gran virtud desarrollada por su propia naturaleza: un buen manejo de las habilidades blandas. Recordemos que contar con esta capacidad permite que una persona se desenvuelva de manera más armoniosa en un entorno social y, por lo tanto, en una empresa o espacio de trabajo resulta fundamental para garantizar el alcance de los objetivos.
Es por ello que el liderazgo femenino en las empresas es crucial, ya que una de sus principales características es que se destacan por desarrollar las habilidades blandas más importantes para una organización.
