El género femenino se ve fuertemente afectado ante los desplazamientos que provocan las catástrofes naturales. Desde distintas organizaciones piden resolver las desigualdades para limitar el daño inicial de dicho escenario.
Las inundaciones en India: el impacto silencioso sobre las mujeres
Las inundaciones no son simplemente eventos naturales recurrentes en India; son desastres que profundizan las desigualdades y vulnerabilidades existentes, especialmente para las mujeres.
Con cerca de 40 millones de hectáreas propensas a aluviones y tres cuartas partes de las precipitaciones anuales concentradas en unos pocos meses, el país enfrenta una creciente crisis climática que exacerbó las catástrofes naturales. Estas ya no son sólo eventos de agua y clima, sino también de género.
Desde 2013 hasta 2020, los daños económicos provocados por las inundaciones en India aumentaron dramáticamente de 1.400 millones a 10.500 millones de euros. Esta escalada afectó desproporcionadamente al género, quienes, a pesar de constituir el 65% de la población rural, enfrentan barreras significativas en términos de propiedad de tierras, acceso a empleos no agrícolas y participación en decisiones económicas.
Un factor crucial es que el 57% que está en edad laboral trabaja en el sector agrícola, comparado con el 34% de los hombres. A pesar de la tendencia hacia empleos no agrícolas, muchas de ellas se ven atrapadas en un ciclo de vulnerabilidad económica, donde las condiciones climáticas extremas afectan directamente su sustento.
Además de los desafíos económicos, las mujeres enfrentan una creciente amenaza de violencia de género después de cualquier desastre. Tal es así que los estudios dentro de las zonas rurales indican que estos desencadenan un aumento en violaciones, asaltos sexuales y tráfico humano.
Por ejemplo, después del huracán Katrina en 2005, las tasas de violencia contra las mujeres aumentaron significativamente. En India, tras eventos como el tsunami de 2004, las cifras de violencia física y sexual también se dispararon.
Las raíces de esta violencia son multifacéticas, desde desigualdades socioeconómicas hasta normas culturales patriarcales. Las mujeres, al enfrentar restricciones familiares y sociales, tienen un acceso limitado a recursos y asistencia.
India prende las alarmas ante el maltrato hacia el género femenino
La vulnerabilidad se amplifica en situaciones de desastre, donde la necesidad de recursos básicos puede exponerlas a situaciones de explotación.
Para abordar estas complejidades, solicitan la implementación de políticas gubernamentales e iniciativas internacionales que se centren en fortalecer la resiliencia y autonomía de cada una de ellas.
Medidas como la implementación de leyes contra la violencia de género, el acceso a empleos alternativos y la inclusión activa de las mujeres en la planificación y respuesta a desastres son esenciales.
El Comité Internacional de Rescate destaca la importancia de colaborar con gobiernos y organizaciones locales para diseñar estrategias inclusivas que reduzcan la discriminación y violencia de género en situaciones de crisis.
La transferencia directa de fondos de asistencia a mujeres afectadas puede ser un paso significativo para empoderarse y acceder a opciones alternativas.
Finalmente, mientras que eventos catastróficos en lugares como Libia subrayan la urgencia global del cambio climático, es esencial reconocer y abordar las desigualdades y violencias preexistentes que las mujeres enfrentan.