La participación del género femenino latinoamericano ha crecido fuertemente dentro del rubro empresarial. En Argentina, la ampliación está acompañada del apoyo estatal y el desarrollo profesional.
Argentina, el principal país con mujeres que apuestan al emprendimiento
Según Global Entrepreneurship Research Association (GEM), el prestigioso estudio que analiza el nivel de emprendedurismo a nivel mundial, Latinoamérica es la región con mayor cantidad de mujeres emprendedoras. En tanto, Argentina se destaca por sobre los demás países por contar con un importante potencial.
Se trata de una nueva investigación que llevó a cabo un conjunto de establecimientos académicos internacionales, los cuales evaluaron el actual escenario empresarial en un total de 49 países. De todos ellos, el territorio argentino se mantuvo en el primer puesto, al contar con un alto potencial para crear negocios, asumir roles de liderazgo y experimentar dentro de la industria.
Tras el análisis, los expertos indican que Argentina tiene un gran espíritu emprendedor gracias al recurso humano que está capacitado y acompañado por distintas instituciones, tales como el Ministerio de Economía que permite el acceso al Programa Emprender Mujeres.
En este caso, más de 1.500 proyectos liderados por mujeres se sumaron este año a la iniciativa de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo para obtener financiamiento y consolidarse en el sector.
Entre los elegidos, la Secretaría asegura que se priorizan aquellos que generan resultados de productividad y competitividad en cualquiera sea el sector productivo.
El avance del emprendedurismo en Latinoamérica
El Global Entrepreneurship Research Association de 2023 también destacó el posicionamiento de América Latina por su alta proporción de mujeres que se animan a emprender su negocio entre fronteras. Tal es así que en la actualidad se destaca por ser el líder mundial en emprendimiento femenino, distinguiéndose claramente de Europa y Asia.
Sin embargo, a pesar del progreso social que transita el género, aún se observan algunas diferencias que provocan limitaciones en el desarrollo personal. Las más comunes son la baja remuneración, la falta de equilibrio entre la vida personal y laboral, el acceso a redes y mentorías, entre otras.
A menudo, la brecha se impone con desafíos para iniciar y hacer crecer los negocios. A diferencia de la contraparte masculina, esta se enfrenta a incontables perjuicios que limitan la toma de decisiones y la oportunidad de ocupar espacios de mentoría.
El sector asegura que todavía queda mucho por abordar, particularmente sobre las barreras que lejos están de cumplir con un entorno empresarial inclusivo y equitativo, donde las mujeres tengan igualdad de oportunidades para tener éxito como emprendedoras. Una realidad que cuente con iniciativas que promuevan la igualdad en el acceso a recursos, financiamiento y redes que contribuyan a superar estos desafíos.
