La ONU y ACNUR forjan alianzas para proteger a las mujeres y niñas refugiadas

Ambas entidades se aliaron con el objetivo de erradicar la violencia de género y promover la igualdad tanto en hombres como en mujeres. 

ACNUR y ONU Mujeres firman un pacto por la igualdad en las Américas

Con el fin de abordar los desafíos de género en la crisis de desplazamientos, se forjó una alianza entre ACNUR y ONU Mujeres para alcanzar la igualdad de género, una realidad que se presenta como un desafío persistente, especialmente para aquellos que se enfrentan al desplazamiento forzado. 

Con 21,4 millones de personas desplazadas forzosamente en la región, incluyendo refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y otros con necesidades de protección internacional, América Latina encara una crisis de desplazamiento sin precedentes en su historia.

Las razones detrás de estos movimientos son diversas y complejas, desde la inseguridad y la violencia hasta la persecución, la pobreza, las violaciones de los derechos humanos, y el impacto creciente del cambio climático. 

Este traslado afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas. Su vulnerabilidad aumenta, exponiéndolas a diversas formas de discriminación y violencia de género.

La unión internacional para combatir la violencia de género

En su informe “Nuestro derecho a la seguridad”, elaborado junto a HIAS, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados destaca las precarias condiciones de vida de las mujeres. 

Aproximadamente el 30% de ellas son jefas de hogar, enfrentándose solas a la responsabilidad de hijos dependientes menores de 18 años. 

Además, las autoridades aseguran que tienen dificultades para acceder a documentación que regularice su situación y les otorgue acceso a servicios y derechos básicos.

La tasa de desempleo y el trabajo informal son desafíos significativos para quienes se desplazan, a pesar de contar con habilidades calificadas. Ante este escenario, los cuidados se presentan como un obstáculo importante para el desarrollo y la autonomía económica. 

Sin embargo, la imposibilidad de acceder a servicios de cuidado privados o provistos por los Estados agrava aún más esta situación.

En respuesta a esta crisis humanitaria y con el objetivo de abordar las necesidades específicas del género, ACNUR y ONU Mujeres firmaron un plan de trabajo conjunto que se extenderá hasta fines de 2024, con el fin de redoblar esfuerzos para atender la compleja realidad.

El detalle del acuerdo entre ACNUR y la ONU para proteger a las más vulnerables

Cecilia Alemany, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, hizo un llamado a los Estados para que enfoquen su atención en el desplazamiento forzado, abordando la violencia de género que se agrava en contextos de movilidad humana. 

Con este plan de trabajo, se fortalece la colaboración para garantizar que todas en la región vivan una vida libre de violencia.

Por su parte, José Samaniego -director regional de ACNUR para las Américas- enfatizó la obligación de redoblar esfuerzos para promover la igualdad en programas humanitarios y fortalecer la prevención de la violencia de género en este tipo de situaciones.

Destacó la importancia de un compromiso conjunto y acciones efectivas para construir un futuro más seguro y equitativo en circunstancias tan difíciles.

Bajo esta alianza estratégica, ambas instituciones se comprometen a integrar la perspectiva de género en respuestas humanitarias y políticas nacionales, fomentando la participación activa de aquellas desplazadas en la toma de decisiones. 

Además, trabajarán para garantizar los derechos de inclusión, registro, identidad y documentación de las solicitantes de asilo, refugiadas o desplazadas. 

Las autoridades también aplicarán estrategias de comunicación para resaltar la situación, con mensajes que combatan la discriminación.

Este pacto ambicioso no solo representa un compromiso con la igualdad, sino que también se erige como un faro de esperanza en la lucha contra la crisis de desplazamiento en las Américas. 

Solo a través de la colaboración efectiva y acciones concretas se puede avanzar hacia un futuro donde el respeto por los derechos humanos sean pilares fundamentales, incluso en los momentos más difíciles.

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