El territorio colombiano registra una fuerte desigualdad de género dentro del ámbito rural. En esta línea, sólo el 36% de la propiedad de la tierra se encuentra en manos de las mujeres.
Mujeres amazónicas, las guardianas de la Tierra en medio de desafíos sociales
La región amazónica de Colombia resuena con historias de mujeres que, a pesar de los desafíos, luchan incansablemente por proteger y cultivar la tierra que aman. Estas mujeres, que en muchos casos fueron amenazadas, desplazadas o incluso asesinadas por su defensa de la tierra, representan una figura crucial en la lucha por la justicia ambiental y de género en el país.
Magaly Belalcazar, una destacada líder campesina del departamento de Caquetá, destaca que el género enfrenta desigualdades significativas en cuanto al acceso y propiedad de la tierra en Colombia.
En esta línea, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística
(DANE) determina que sólo el 1% de las propiedades superiores a 200 hectáreas pertenecen a las mujeres. Dicho desequilibrio se traduce en una serie de consecuencias negativas, desde la falta de autonomía económica hasta la pérdida de biodiversidad y sostenibilidad en las comunidades rurales.
Por su parte, un informe de la Fundación Tierra subraya que, a pesar de su papel vital en la agricultura y el cuidado familiar, las mujeres enfrentan una “brecha” significativa en el acceso y control de la tierra.
Esta disparidad no solo limita su capacidad para sostener a sus familias sino que también pone en riesgo la gestión sostenible de los recursos naturales.
Crece la preocupación por la falta de participación femenina en las tierras de Colombia
Las organizaciones como Grupo Género en la Paz denunciaron un “sesgo anticampesino”, exacerbando la vulnerabilidad del sector. Sin embargo, estas líderes no se quedan de brazos cruzados. Mariela Álvarez, una de las tantas referentes de Florencia, enfatiza la importancia de la tierra para garantizar un mejor nivel de vida y autonomía económica.
Alerta en Colombia por la falta de cuidado medioambiental
La defensa del territorio no es solo una cuestión de propiedad, sino también de preservación. La región amazónica, a menudo denominada “pulmón del mundo”, enfrentó una devastadora deforestación en las últimas décadas.
Según Global Forest Watch, solo en Caquetá se perdieron 773,000 hectáreas de bosque entre 2002 y 2022. Las principales causas incluyen la expansión de la ganadería y los cultivos de coca.
Magaly Belalcazar lamenta la situación, indicando cómo la selva amazónica se vio sacrificada por intereses económicos a expensas de la vida y los derechos de las mujeres. La Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) identifica la ganadería y el acaparamiento de tierras como principales amenazas para las comunidades locales, mientras que en Putumayo, los cultivos de coca han exacerbado aún más el problema.
A pesar de los desafíos, el espíritu y la resiliencia de estas mujeres son inquebrantables. Ellas continúan siendo las guardianas de la tierra, luchando no solo por sus derechos sino por el futuro sostenible de la Amazonía y de Colombia.
Ante ello, es importante que se reconozca su invaluable contribución y se les brinde el apoyo y los recursos necesarios para asegurar un futuro más justo y equitativo para la sociedad.