La regla de los 7 principios que impulsa el empoderamiento de las mujeres en las empresas

Ante la desigualdad de género a nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una serie de consejos a la hora de impulsar la participación femenina dentro de las empresas. 

Empoderamiento femenino: un motor para el desarrollo sostenible y la equidad

El empoderamiento femenino, más que un término de moda, se consolidó como un pilar esencial en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria. Originado en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing en 1995, este concepto se centra en ampliar la participación de las mujeres en decisiones y posiciones de poder. 

Sanda Ojiambo, líder del Pacto Mundial de Naciones Unidas, enfatiza la correlación directa entre el empoderamiento femenino y el bienestar general. Según indica, cuando las mujeres están empoderadas, todos se benefician.

Las mujeres empoderadas son catalizadoras de economías robustas y de sociedades más cohesivas. Su participación activa en términos económicos no solo eleva su calidad de vida, sino que también dinamiza el crecimiento económico global.

Ante ello, la alianza estratégica entre el Pacto Mundial de Naciones Unidas y ONU Mujeres marcó un hito hace diez años. Juntos, dieron forma a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPs), un conjunto de siete directrices que orientan a empresas e instituciones en la promoción de la igualdad de género. 

Dichas reglas, que van desde garantizar la igualdad salarial hasta promover ambientes laborales libres de acoso sexual, representan un compromiso claro con un futuro más equitativo.

No obstante, la materialización del empoderamiento femenino va más allá de las políticas y acuerdos internacionales. Requiere de un compromiso colectivo, desde el ámbito empresarial hasta el comunitario. Es un llamado a reconocer y eliminar barreras sistémicas que limitan el potencial de las mujeres, a garantizar su acceso a oportunidades y a asegurar que sus voces sean escuchadas y valoradas.

Los principios básicos para crecer en el mundo de los negocios

A continuación, uno por uno los consejos que se deben tener en cuenta para impulsar la igualdad de género en las empresas, con el fin de garantizar los derechos laborales tanto de mujeres como de hombres.

  • Promover la igualdad de género desde la alta dirección

El cambio de panorama debe darse desde el vértice de la pirámide empresarial, de modo que pueda calar en el resto de la organización. En este sentido, se alienta a establecer metas y objetivos para toda la empresa en esta materia y medir el avance a través de indicadores de desempeño claros. 

  • Tratar a los empleados de forma equitativa en el trabajo

Las compañías deben fomentar una cultura laboral inclusiva, considerar la implementación de medidas de trabajo flexibles, garantizar la igualdad de oportunidades, así como una política de igualdad retributiva justa. Asimismo, deben respetar y defender los derechos humanos.

  • Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores

Las tareas que se lleven a cabo deben tener en cuenta la prevención de la violencia y el acoso sexual en el trabajo, la garantía de acceso equitativo al seguro médico a todos los trabajadores o la capacitación del personal para reconocer signos de violencia contra las mujeres, entre otras medidas.

  • Promover la educación, la capacitación y el desarrollo profesional de las mujeres

La formación se presenta como un arma poderosa y valiosa en el ámbito de la igualdad de género. Por ello, queda recogido en este principio la formación y sensibilización en igualdad, el acceso igualitario a formación, así como a programas formales e informales de creación de redes y mentores o la inversión en políticas y programas que hagan avanzar a las mujeres de la organización.

  • Implementar prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y mercadotecnia a favor del empoderamiento femenino

Las acciones de sostenibilidad deben darse fuera de los muros de la empresa, implicando a la cadena de suministro. En este caso, se invita a establecer programas de diversidad de proveedores incluyendo empresas lideradas por mujeres, a eliminar estereotipos de género en todos los medios empresariales.

  • Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y liderando con el ejemplo

En este caso, se insta a las empresas a aprovechar la influencia de la organización para implicar a las comunidades y grupos de interés con la igualdad de género.

  • Evaluar y difundir los avances realizados a favor de la igualdad de género

Todos deben contar con un sistema de seguimiento y reporte de los resultados que ayude a avanzar hacia los objetivos. Esa es en efecto la meta de este último principio, que debe estar presente en todas las etapas de trabajo de la entidad sobre la materia.

En conclusión, el empoderamiento femenino no es solo una aspiración, sino una necesidad imperante para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo. A medida que se avanza hacia un futuro más inclusivo, es esencial que este concepto se convierta en el núcleo de nuestras acciones y decisiones, garantizando así un mundo donde todas las personas, independientemente de su género, puedan prosperar y contribuir plenamente a la sociedad.

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