El empoderamiento femenino en la política sudafricana

En el contexto de las transiciones hacia la democracia, especialmente en las llamadas “olas de democratización” en África, se tiende a asumir que habrá un aumento significativo del empoderamiento femenino en la política sudafricana y una reducción de la desigualdad de género. Una de las suposiciones claves es que las mujeres serán representadas en el gobierno por otras mujeres y se dará prioridad a cuestiones relacionadas con el género.

En este artículo analizaremos cómo esta tendencia está generando un fuerte impacto en todo el continente. 

El papel del empoderamiento femenino en la política de gobierno sudafricano 

Para lograr lo que muchos suponen que será un cambio a favor del género femenino, algunos gobiernos africanos han implementado políticas de cuotas y escaños reservados.  

Por lo general, donde se han implementado cuotas, ha habido un aumento en la representación numérica de mujeres en los parlamentos. En algunos países en África subsahariana, como Burundi, Kenia, Ruanda, Somalia, la República Unida de Tanzania y Uganda, tienen cuotas constitucionales para la elección de sus parlamentos.

Sudáfrica ha adoptado una cuota de partido voluntaria, mientras que Ruanda se destaca por tener la mayor representación de mujeres en una legislatura en el mundo, con un 61%, como parte de un acuerdo después de un conflicto.

Sudáfrica a menudo se presenta como un caso exitoso en términos de representación de mujeres en el gobierno, con un alto porcentaje en el parlamento (45%) y la aprobación de leyes progresivas en favor del género. Sin embargo, la política en este país está marcada por problemas de corrupción, clientelismo y una alta incidencia de violencia de género, lo que plantea desafíos a pesar de las apariencias positivas. La pandemia de COVID-19 ha agravado el desempleo y la desigualdad de género en el país, lo que ha llevado a un mayor activismo y la formación de movimientos para abordar estos problemas.

Representación del liderazgo femenino en los altos mandos políticos

A continuación, se analiza la representación de las mujeres en el gobierno, las políticas gubernamentales relacionadas con cuestiones de género en Sudáfrica y el activismo de las mujeres, especialmente el liderado por jóvenes feministas radicales e interseccionales.

  1. Política Institucional.

La transición a la democracia en la década de 1990 brindó una oportunidad para que las organizaciones de mujeres y las activistas feministas introdujeran cuestiones de género en la agenda política. El Congreso Nacional Africano (ANC) fue uno de los pocos partidos que aceptó una cuota voluntaria del 30% en su sistema electoral de representación proporcional por lista cerrada. Aunque esto aumentó la representación de mujeres en el parlamento, no siempre se tradujo en una representación sustantiva, ya que pocas mujeres ocupaban los primeros lugares en las listas de candidatos. En las elecciones de 2009, el ANC aumentó su cuota al 50%.

Sin embargo, a pesar de la mayor representación numérica de mujeres, las tensiones surgieron en el gobierno, especialmente durante la segunda legislatura del presidente Thabo Mbeki, que era menos receptivo a la agenda feminista. Algunas diputadas feministas se retiraron del gobierno después de las elecciones de 1999, lo que disminuyó la influencia del movimiento feminista en el parlamento.

Aunque las mujeres tienen la capacidad de influir en las elecciones, los partidos políticos a menudo no aprovechan su poder como votantes. Solo un partido de la oposición, el Economic Freedom Fighters (EFF), aborda específicamente las cuestiones de género en sus programas electorales.

  1. Mecanismo nacional para asuntos de género

Para garantizar un gobierno más favorable a las mujeres, se promovió la creación de un mecanismo estatal para abordar cuestiones de género. Sudáfrica desarrolló uno de los sistemas más integrales del mundo, que incluye varias estructuras gubernamentales y parlamentarias dedicadas a la igualdad de género. Sin embargo, algunas de estas se han debilitado o cerrado con el tiempo, lo que ha reducido la capacidad de las feministas para influir en la política gubernamental.

  1. La Liga de Mujeres del ANC

A pesar de movilizar a las mujeres, no se centra en promover la igualdad de género y ha erosionado el activismo feminista al crear su propio movimiento de mujeres alineado con la agenda política del partido. Esto ha llevado a una falta de enfoque en cuestiones profundas como la violencia de género y las desigualdades estructurales.

  1. Captura del Estado

La “captura del Estado” se refiere a la adaptación de las instituciones gubernamentales para servir a intereses distintos de sus objetivos formales. Esto ha llevado a un estado sumergido que opera junto con el estado constitucional, socavando las oportunidades de intervención feminista en el gobierno.

  1. Movimientos de Mujeres

A medida que el activismo feminista ha crecido, también se ha enfrentado a desafíos debido a cambios en la política de compromiso institucional. Se han formado movimientos temporales centrados en cuestiones específicas, como la Campaña Shukumisa, que se centró en la legislación de delitos sexuales, y la Alianza para la Democracia Rural, que luchó contra un proyecto de ley misógino sobre tribunales tradicionales.

Sin embargo, algunas feministas más jóvenes han rechazado la política institucional debido a la persistente violencia de género y se han centrado en el activismo digital para abordar cuestiones relacionadas con el colonialismo y la violencia de género.

Conclusiones

El escenario del empoderamiento femenino en la política sudafricana es complejo. Si bien la representación de las mujeres sitúa a Sudáfrica en el 10% de los países del mundo con un liderazgo femenino elevado, aún queda mucho por hacer en lo que respecta a la aplicación efectiva de sus políticas, sobre todo si contemplamos los altos niveles de violencia de género.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *